Formación pasionista

 

El carisma pasionista llama fuertemente la atención a las generaciones contemporáneas, especialmente a aquellos jóvenes apasionados por la vida, el servicio y que buscan entregar su vida a Dios. En todos los ámbitos de la vida: familia, estudio, trabajo, se puede experimentar la presencia de la Pasión de Jesús y vivir la solidaridad con los “crucificados de hoy”, siguiendo el ejemplo de Cristo, que se ha donado totalmente, hasta dar la vida.


En la vida religiosa pasionista nos consagramos a la Pasión de Cristo por medio de un voto especial, para configurar nuestra vida a nivel espiritual, comunitario y apostólico. Hacemos memoria constante de la Pasión de Jesús y la anunciamos como fuente de salvación, fortaleza e impulso para estar con los más necesitados.

 

Proceso formativo, un camino constante

 

Dios continúa llamando hombres que se sienten atraídos por la fuerza de la Cruz, que vivan con pasión el amor y el servicio a imagen de Jesús, entregando la vida por el Reino de Dios, configurándose con Cristo Crucificado.

Aspirantado


Esta primera etapa permite al candidato vivir un tiempo de discernimiento sobre su vocación, conociendo la Congregación, participando de la vida comunitaria, la oración, el estudio y el apostolado.


Postulantado


Durante el Postulantado el candidato sigue identificando la llamada que Dios le hace, avanzando en su madurez humana y afectiva, para asumir libremente la vocación religiosa pasionista. Se identifica con Cristo, servidor de la humanidad, especialmente de los pobres y necesitados. El postulantado suele coincidir con los estudios filosóficos necesarios en la formación religiosa y sacerdotal. Los candidatos se preparan adecuadamente para su eventual ingreso al noviciado.


Noviciado


El noviciado es un año decisivo para el candidato dentro de la vida religiosa. Se profundiza en la espiritualidad pasionista, las Constituciones, los consejos evangélicos, el carisma y en el voto específico de los pasionistas: “Recordar continuamente la Pasión del Señor, y promover su memoria de palabra y de obra”. Se experimenta profundamente la vida de oración y se vive intensamente la vida comunitaria. Se emite la primera profesión religiosa temporal, el candidato forma parte de la Congregación por medio de la profesión de los votos religiosos.


Estudiantado


En esta etapa continúa la preparación espiritual, académica y pastoral. Se profundiza en el carisma y en la historia de la Congregación. Se realizan los estudios teológicos y/o otros estudios. Se desarrolla una acción pastoral más fuerte e inserta: misiones, predicación, guía de diversos grupos. Los religiosos se preparan para la profesión perpetua y, los candidatos al orden, para recibir la sagrada ordenación.